Las personas mayores de 55 años deben prestar especial atención a su consumo de creatina, especialmente porque a esta edad la pérdida natural de masa muscular suele estar bastante avanzada. Se estima que, a partir de los 35 años, el cuerpo pierde alrededor del 1 % de masa muscular por año, y después de los 60, esta cifra puede aumentar hasta un 3 % anual.
Para desacelerar este proceso, es fundamental mantener una rutina de ejercicio regular, con énfasis en el entrenamiento de fuerza, ya que esto ayuda a conservar la mayor cantidad de tejido muscular posible. En este contexto, la suplementación con creatina puede ser una herramienta valiosa.
La creatina ha sido reconocida oficialmente por la Unión Europea con una declaración de propiedades saludables relacionada con la preservación de la fuerza muscular, lo que confirma su eficacia. Sin embargo, su beneficio solo se manifiesta realmente cuando se combina con actividad física: la creatina potencia el entrenamiento, pero no sustituye el movimiento.
En resumen, para los adultos mayores, integrar creatina y ejercicio regular puede ser una estrategia efectiva para combatir la pérdida muscular relacionada con la edad.